Extremos en la situación financiera de una empresa


Independientemente de la misión, objetivos estratégicos y metas de una empresa, el principal objetivo financiero es maximizar el valor de la misma para los propietarios, quienes -en última instancia- asumen el riesgo de perder su inversión.

A pesar de no ser considerado como el estamento inspirador de las grandes decisiones de las empresas, el objetivo financiero constituye la vertiente directriz a la que el resto de los objetivos funcionales deben discurrir para la supervivencia, crecimiento, y obtención del mayor valor del mercado de la firma.

Entendemos como una situación financiera saludable cuando la empresa puede atender oportunamente sus compromisos de pago, ya que la situación financiera está vinculada a las condiciones de liquidez. Es consecuencia de qué tan favorables se presentan las entradas y salidas de efectivo, derivadas de las actividades de operación, inversión y financiamiento.

Extremos importantes

En el extremo opuesto existen dos posiciones negativas en ambos aspectos, que están destinadas a la quiebra por insostenibilidad económica y por cesación de pagos. En esta situación, es necesaria una cirugía mayor que intervenga en la estructura funcional-económica y en lo financiero, acompañada de decisiones drásticas e inyección de capital por parte de los propietarios.

Existen dos situaciones mixtas:


  • La primera es aquella con una buena salud económica pero con problemas financieros. En esta situación, la empresa tiene potencial para mantener beneficios y engrosar el patrimonio; sin embargo, tiene una posición financiera débil que la limita en la atención oportuna de sus pagos. Un caso típico es una empresa que enfrenta un rápido crecimiento pero le es difícil financiar su capital de trabajo o bienes de capital. Aquí, la gestión financiera es la llamada a ordenar la casa.
  • La segunda situación mixta es menos deseable: liquidez y resultados económicos negativos. Un ejemplo común se da en una empresa que inicia sus actividades con suficientes aportes de los propietarios, lo que le permite atender oportunamente los requerimientos de caja; sin embargo, tiene la exigencia de crecer y llegar a su punto de equilibrio, o generar economías de escala para obtener excedentes. En este caso, el peso recae sobre los generadores de la utilidad operativa, es decir, las funciones comercial, operativa y administrativa. La empresa debe mejorar su posición económica.

Un hecho curioso es que la información histórica registrada en los estados financieros es más útil para conocer la situación económica que para evaluar la real posición financiera de la empresa, en donde el flujo de caja proyectado es quien tiene la palabra para esta última.

Fuente: ESAN

Melanie Ivonne Albornoz Rivadeneira

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